jueves, octubre 27, 2005

justo cuando nada tiene sentido

Por más que trate de ver eso que nadie ve, nunca tendré la delicada capacidad de dar con ese fragmentado segundo, de encontrarme sin querer con esa retardada forma de las cosas.
Todo tiene su lugar, cada hueco tiene su forma precisa, ningún calze es por casualidad, aunque a veces es divino creer en las cosas que no existen y dejarse llevar hasta lo más extremo por lo que todos inventan, creerse hasta la última frase del cliché y morirse en cada segundo del arrepentimiento, hijo bastardo de la magia que finalmente no suele ser más que una puta arrebatada.
Escuchar cada roce en el silencio y sentirme podridamente deshabitada en un submundo lleno de falsas decoracoraciones, sumergirme hasta las pestañas en la belleza de lo más mínimo, dejando siempre la parte pensante a salvo, a flote. Llorar cuando estoy borracha, sacar las frases de la verdad justo antes de arrepentirme, llorar de pena por una sinceridad de mierda, llorar siempre y por nada.
Recoger los restos de algo que estubo ahí, mirar mi cuerpo desnudo lleno velos, mirarme hacia afuera tratando de ver lo que nadie ve y chocando con mi imagen, justo frente a mis ojos sosteniendo un dolor justo en las rodillas.

1 comentario:

Martín Corona Alarcón dijo...

HOLA
Un gusto volverte a leer , y mas ahora leer tu blog, mji vida cambio radicalmente y para mucho mejor.
La vida es curiosa y llena de sopresa, leia en tu blog sobre los gestos que cambian sobnre como uno no es nunca sino que es un constante fluir de cambnios.
te mando un abrazo.
martin corona alarcon