the last song

Llegado el último viernes del año es casi imposible no ponerme un poco más reflexiva, melancólica y ponerme a recordar cosas. Estoy midiendo mis niveles del año.

Querido 2005 te vas, te vas... De la misma manera que tube algo de pena de abandonar mis 21 e ingresar a los 22 (jajaja que mona)

Recuentos: mucha música, muchos desvelos, encuentros y despedidas tras despedidas, extrañar los abrazos de mi hermana, vivir sola, abrir la puerta a las 3 de la mañana, último año de ramos, tener peste ( esa que da comenzón en la piel y otro tipo de pestes mentales también), beber hasta volverme chango, escuchar miranda desenfrenadamente, molestar a mis vecinos con mis cantos exagerados, carretes exóticos, con gente exótica, en lugares exóticos, un otoño invierno en Conce como nunca, creer en las señales, darme cuenta que nadie escribe canciones tan al hueso como los argentinos ( tienen un metalenguaje que me atraviesa transversalmente)... y muchas weas mas...

Ahora bien ¿qué deseos pedir para el nuevo año? ¿tendré que salir a dar vueltas a la manzana con una maleta? ¿o comer 12 uvas? ¿o terminar viendo el amanecer con mi hermano fumando el último cigarro?... no sé

Anoche me senté en el pasto a ver si pasaba alguna estrella para pedir un deseo y me di cuenta que no sé pedir deseos, pienso en tantas cosas que siempre pierdo el momento y ya no quiero perder más momentos.

Seguiré en eso, mientras termino mi falda performanceada para mañana en la noche...

(todavia no se dice feliz año... not jet)