domingo, enero 08, 2006

CAPITULO VII


No sé... no tengo muchos recuerdos, es más creo que todo lo que pudiese estar en mi mente no es más que imágenes cortas que mis sueños articulan para hacerme creer que algo fue real y quedó una parte impregnada en mi memoria.
Hay una foto pegada en mi pared que trato de atravesar cada noche y mis dedos quieren tocar lo placenteramente inexistente cierros los ojos para recrear magicamente lo no visual. No descanso en mi imaginería y beso tu frente todas las noches mientras duermes, me cuelo entre tus miedos para sentirme mas fuerte... sé que no existe.
Estiro mi brazo y encuentro un libro, el que siempre está en mi velador. Lo abro en una página cualquiera, juego a la realidad que entrega el azar y entonces leo :
"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua".

4 comentarios:

Morena dijo...

wou¡¡¡ que buen relato.

Cariños

anibal dijo...

Cortazar, mi dulce condena, esa es una de las descripciones más bellas que he leido de un beso...
Ademas que leer a cortazar es como escuchar un buen disco de Jazz...

Has estado prolifica esta semana ah...
Bien

anibal dijo...

PD:
Ah se me olvidaba; la foto es hermosisima...
eso

macapop dijo...

Eso está en el límite de lo bello sentimental y lo horny. Esa combinación es medio difícil de conseguir en la realidad. Así que fantasear, no es malo.

Un beso y muchos saludos