La escena es la siguiente... había olvidado que en mi departamento no habia tele y si había estaba guardada en el closet por esos arrebatos morales que me persiguen de vez en cuando y al parecer me estaba acostumbrando al cable en la casa de mis papás. Tampoco tenía internet y no sé como en un puto año entero me entretube tanto jugando solitario spyder mientras cantaba a todo dar.
Mi pieza: un desorden de remilputas, inentendible con la cama sin sábanas, la ropa limpia y sucia tirada por todas partes y las revistas repartidas por el velador junto con unos vasos que buscaban equilibrio.
El baño: LIMPIO (thank's god).
La cocina: empezando a acumular loza sucia y el refrigerador más vacio y descogenlado que lo habitual.
En el living la radio sonando con el volumen máximo en 32 escuchando 3 meses de vacaciones en la concierto (la radio de hoy) y yo de guata buscando calcetines limpios.
Pero yo amaba todo eso (cuanto estaba ordenado lo amaba más ¡¡obvio!!) y vivir sola y regar mis plantitas, llevar un chaleco en la mano por si no vuelvo, sacar las patas en las noche mientras duermo y hace calor.
Lo mejor escuchar Let's Dance de Bowie mientras abrocho mis zapatillas antes de salir.